Definimos el síndrome miofascial (SMF) como un
cuadro de dolor localizado, que aparece de forma espontánea o por palpación (estimulación
mecánica) . Suelen existir unos puntos (Puntos Gatillo) que son lugares localizados dentro de un músculo, que presentan mayor
dolor que las estructuras vecinas y que tiene unos patrones de irradiación
característicos.
Si
este síndrome aparece en la región de cabeza y cuello, se puede confundir
fácilmente con procesos como son la otitis, sinusitis…
El
SMF, aunque de causa no del todo aclarada, se considera que tiene un factor de activación y un factor de perpetuación. Se activa en
músculos que se han “sobreusado”, ”infrausado” o “malusado” y se perpetúa o cronifica por malas posturas, contracciones repetidas (bruxismo), inmovilidad, mala oclusión
dental.
También influyen factores sistémicos como serían déficit vitamínicos, anemia,
hipotiroidismo, hiperglucemia, trastornos psicológicos, alergia, etc.
Para el correcto diagnóstico de
este síndrome lo primero que ha de realizarse es una exploración ORL exhaustiva y descartar que el
paciente presente otras patologías de esa región, como son los problemas
de oído, de fosas nasales y senos paranasales, faríngeos o laríngeos… Posteriormente
habrá que hacer un estudio para confirmar el diagnóstico y comenzar el
tratamiento. Esto suelen llevarlo a cabo los especialistas de Rehabilitación.
El tratamiento del SMF consiste:
a. Plan de rehabilitación junto con la corrección de los factores de perpetuación, siendo uno de los pasos más importantes la desactivación de los puntos gatillo.
b. Medicamentos, su uso en controvertido. Suelen emplearse los AINES (como el Ibuprofeno) u otros medicamentos como los relajantes musculares o los antidepresivos, que no están bien estudiados pero se usan de forma empírica en el tratamiento de esta patología.
El SMF, no es
una enfermedad difusa, sino que hacen referencia a un lugar concreto del
organismo, así, la clínica cambiará en función del músculo afectado. Aunque algo complicado de entender, unos ejemplos serían:
· MASETERO: La clínica suele ser de dolor mandibular,
maxilar o dentario o incluso peri/retro orbitario. Puede acompañarse de
acúfenos, otalgia e incluso edema hemifacial.
· TEMPORAL: Suele manifestarse como dolor en la región
temporal, retroorbitario y maxilar, pudiendo irradiar a todo hemicráneo, oído y
ATM.
· PTERIGOIDEO LATERAL: Suele manifestarse como un dolor en la
ATM y maxilar que puede simular una sinusitis crónica. Puede cursar con
parestesias en mejilla, encías.
· PTERIGOIDEO MEDIAL: Se suele manifestar como un dolor mal
definido de orofaringe, ATM y oído. Puede cursar con limitación de la apertura
bucal. Puede haber una incompetencia del m. elevador del velo del paladar, con
lo que no se abrirá bien la trompa de Eustaquio, provocando un taponamiento
ótico.
· ESTERNOCLEIDOMASTOIDEO: Se presenta como un dolor en regiones
occipital, periauricular y retroorbitaria, que se
puede acompañar de visión borrosa, lagrimeo y espasmo orbicular. Ocasionalmente
se acompaña de mareos y cefalea tensional. Si se atrapa el n. espinal puede
haber una parálisis del trapecio.(ver dibujo)
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