Suele aparecer
después de los 50 años pero hay personas en las que puede manifestarse antes
como resultado de varios factores, aislados o asociados, siendo los más
frecuentes los factores genéticos (familiares con hipoacusia), los ambientales
(trabajar en ambiente ruidoso) y los relacionados con enfermedades vasculares (diabetes) o metabólicas (obesidad, colesterol).
El proceso
de envejecimiento del oído interno y sus conexiones neuronales, se manifiesta
habitualmente como una hipoacusia, en la que no es raro que el paciente exprese
situaciones como que oye pero no entiende o que no oye nada en ambientes
ruidosos.
Esta
degeneración del sistema auditivo lleva asociada casi invariablemente la
aparición de tinitus o acúfenos, que el paciente suele referir como un ruido,
chicharra, zumbido, silbido… además característicamente será percibida con más
intensidad de noche, cuando hay menor ruido ambiente.
Este proceso, al
estar relacionada con la edad, se acompaña habitualmente de cierto deterioro del
sistema del equilibrio (visual, propioceptivo), por lo que además de la
hipoacusia y los acúfenos, suele acompañarse hasta en un 50% de los caos de
otros síntomas como vértigo, mareos o inestabilidad.
El paciente ha de ser estudiado la consulta del ORL, realizándole todas las pruebas necesarias para el correcto diagnóstico de su proceso: Otomicroscopia, Impedanciometría, Audiometría tonal liminar. En casos excepcionales habrá que realizar algún otro tipo de prueba diagnóstica.Hay que tener en cuenta que no todas las perdidas auditivas son producto del envejecimiento; hay hipoacusias que se producen por otras causas y tienen otros tratamientos, incluso quirúrgicos.
Una vez diagnosticado de PRESBIACUSIA,
lo primero es entender que no tiene ninguna patología o “enfermedad del oído”, sino que ha envejecido
antes de tiempo por diversas causas como la mala circulación, la exposición a
ruidos, la herencia, haber tomado algunos fármacos… Además, sabemos que irá
perdiendo más audición con el paso de los años, pero la evolución de esta
pérdida auditiva suele ser lenta.
En estos casos, por ser un problema a nivel del oído interno,
no existe la posibilidad de operaciones ni de tratamiento con medicinas. Las recomendaciones que solemos hacer
son:
1. El uso de prótesis auditivas.
2. Evitar la exposición a ruidos intensos (auriculares,
caza, maquinaria, pirotecnia…)
3. Avisar a cualquier Hospital donde vaya a
ingresar, para que no le den tratamientos que puedan dañar la audición.
4. Que su médico de cabecera sepa de esta situación
por si tuviera que modificar su tratamiento o darle alguno nuevo.
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